Mario Alberto López Gámez es un espécimen de esos que abundan en la política desde que asumió el poder “el pueblo bueno”: reparte bolo-padrino como si fuese Leonardo Di Caprio en El Lobo de Wall Street, se fotografía junto a fajos de billetes como Floyd Mayweather, y bebe alcohol como El Pirata de Culiacán.

Pero es, además, Alcalde de San Juan de Sabinas para el trienio 2022-2024 bajo el emblema de Morena. Cuál otro partido podría ser.

Se le debe auditar entonces por su función pública, no por el folclore ni sus desfiguros que trascienden la entidad, o lo que Cossío Villegas llamó “el estilo personal de gobernar”.

En ese sentido, ¿qué ha sido lo más relevante durante los primeros 11 meses de su mandato?

Por principio de cuentas un padrón de 125 licencias para la venta y consumo de bebidas alcohólicas, expedidas hasta el 30 de septiembre. Como ningún otro Municipio de su dimensión en Coahuila.

Ahora bien, de un presupuesto anual de 216 millones 202 mil 593 pesos para 2022, una cifra de 17 millones 669 mil pesos fue etiquetada para inversión pública. Es decir, infraestructura. El 8% del total. Y de ellos, a la fecha solamente consta una pavimentación estimada en 4.2 millones de pesos y la promesa, a mediados de julio, de que “vienen más obras”. Se acaba noviembre y nunca llegaron.

El 92% restante del ejercicio fiscal se diluye entre nómina, pensiones y jubilaciones, la operación básica de un Ayuntamiento, como servicios primarios y deuda. Y como ya no existe el Fondo Minero que anteriormente impactaba con recursos federales la Región Carbonífera, pues Morena lo desapareció a finales de 2020 sin ciencia, evidencia ni transparencia junto a otros 109 fideicomisos cuyo dinero se perdió en la licuadora de recursos, no queda mucho más qué hacer o de dónde agarrarse. El resto han sido actividades más cercanas a una sociedad de alumnos de secundaria que a una administración pública municipal.

Aprovechando que Sedatu adjudicó en mayo tres obras de relumbrón y con sobrecosto (la “renovación de la plaza central de Nueva Rosita y entorno urbano”, el “módulo deportivo con plaza en la colonia Nueva Imagen”, y la “construcción del memorial Pasta de Conchos”) a una constructora de Mérida, Yucatán (Grupo Mármol Construcciones, S.A. de C.V.) por 63 millones 449 mil 717 pesos, el Ayuntamiento ha nadado de a muertito en ese rubro.

Por lo demás, ¿tiene sentido comprometer un contrato que no es técnico ni especializado con quien tiene que desplazarse 2 mil 300 kilómetros de distancia para realizarlo?

Como resulta obvio, lo anterior implica subcontratación, intermediarismo, incluso coyotaje, uno de los males que presuntamente había erradicado el autodenominado régimen de la cuarta transformación.

 

Cortita y al pie

En los primeros meses de su gestión, “Mayito” se hizo acompañar de Raúl Abraham Sosa Vega, candidato en 2020 a diputado local por Morena en el Distrito 3 de Sabinas, quien participó en actividades públicas cogobernando como “amigo del Alcalde”.

Luego un infortunado accidente automovilístico sucedido el pasado 31 de mayo en la carretera Monclova-Saltillo dejó al descubierto que quienes enarbolan la bandera del “pobrismo” no son lo humildes que simulan ser (para congraciarse con quienes pretenden representar). Ni honrosa medianía, ni austeridad republicana, ni mucho menos pobreza franciscana.

Sosa Vega se dedica desde 2017 a “vender asesoría y servicios contables a la industria y el comercio”, y administrar “negocios en general”, vía las sociedades mercantiles Productos e Innovación Comercial, S.A. de C.V., y Beringia, S.A. de C.V., domiciliadas en Santiago, Nuevo León, junto a su socio Sergio Marroquín Aguirre.

Dicho de otra forma: facturación. Es facturero.

Además en 2019 creó en papel las empresas Capital BRS, ASCI Active Save Capital Investment y Grupo Sosa Muradas, todas en un plazo de seis meses, con domicilio fiscal en San Pedro Garza García, Nuevo León, y el objeto social de promover inversión, créditos y “arquitectura financiera”, además de “contabilidad administrativa y fiscal de cualquier naturaleza”, “obtener y otorgar financiamientos”, entre otros. A su cuenta hay que agregar las personas morales Green Tech Power, S.A.P.I. de C.V. y Ranasomu, S.A. de C.V., la primera domiciliada en San Pedro y la segunda en Monterrey. Por si fuera poco, aunque no consta en documentos, dice ser socio de la razón social VMP Alimentos, S.A. de C.V., y haber trabajado para U-Calli, la desarrolladora inmobiliaria de la familia Elosúa Muguerza.

A su edad (33 años) posee desde 2019 una residencia en Olinalá, uno de los sectores más exclusivos de San Pedro Garza García, Nuevo León, a las faldas del Cerro de Chipinque. En dicho sector las propiedades a la venta oscilan alrededor de 25 millones de pesos, dependiendo del terreno y el mercado. Además cuenta con domicilio fiscal en una zona residencial (Colinas de San Jerónimo) en Monterrey, y una colección de vehículos de lujo.

 

La última y nos vamos

Si en el vecino Múzquiz predomina el conflicto permanente, la megalomanía, narcicismo, abuso de autoridad y desprecio por el orden constitucional, por estos días en San Juan de Sabinas el Presidente Municipal organiza el Mayito Fest en su honor: tres días de fiesta con motivo de su cumpleaños, a partir del 30 de noviembre. Como hace mil 500 años las bacanales de Roma en honor al Emperador. Pan y circo.

¿Hasta dónde seremos capaces de normalizar la degradación de la vida pública? ¿A qué llegan? ¿Para qué quieren el poder?