Saltillo, Coah.- Aunque son grandes los esfuerzos en la actualización de las leyes para contrarrestar el lavado de dinero, la realidad es que los delincuentes van un paso adelante, pues ahora hasta utilizan las criptomonedas, señaló el abogado fiscalista Raúl Alfonso Villarreal Flores.

“ El lavado de dinero es más complicado para la autoridad porque ahora empezamos a utilizar criptomonedas, incluso en el caso de algún secuestro, se pide una USB con criptomonedas… dar con ellas será cada vez más difícil, detelló  el autor del libro El Disfraz del Dinero: Evasión Fiscal y la Cultura Tributaria en México, de la editorial Tirant

Señaló que hasta hace años, para atacar a estos delincuentes, había que esperar a que se hiciera uso del dinero con la discrepancia fiscal, pero ahora existen las monedas electrónicas (NFT) o incluso las cascadas de facturas hasta que se pierda el usuario, lo mismo con entidades públicas como privadas.

El también investigador jurídico señaló que 86% del lavado de dinero en el país no lo hace la trata de blancas, la venta de drogas ni de armas, sino que la hacen los propios empresarios.

En Coahuila “se ha hecho un trabajo mejor, pero sigo viendo negocios en ciertas partes de la ciudad que no tienen una lógica. Te cobran renta carísima, no hay clientes, no entra nadie, y tienes cuatro sucursales… no tiene una lógica que sigan creciendo”, indicó.

Villarreal Flores dijo que en este su tercer libro se detallan los errores más comunes de los lavadores de dinero, por ejemplo que cuando comienzan a tener flujo de efectivo, compran carros, casas, rifas y sorteos, franquicias, por mencionar algunos.

Explicó que el lavado de dinero tiene una gran influencia en todos los aspectos de la vida y recordó que en el libro se incluye una relación de gobernadores que ganaron dos veces la lotería y en otra el suegro.

“ La probabilidad de que te caiga un rayo, puede ser de entre una y tres millones, y hay gobernadores en Veracruz que fueron acusados y sentenciados de haberse ganado la lotería dos veces”, externó.〞

La explicación lógica es que esperaban al arribo de los verdaderos ganadores a quienes les compraban del premio mayor libre de impuestos. De esta forma podían justificar los 50 millones de pesos en sus cuentas.