Saltillo, Coah.- El médico pediatra intensivista Mario Alberto Castillo, quien ejerce en el vecino estado de Nuevo León, en donde ya se dieron cuatro casos de hepatitis aguda, invitó a los padres de familia a no alarmarse de más, y a conocer que no cualquier vómito o diarrea son causa de hepatitis, menos ahora que es temporada de calor y hay mayor riesgo de enfermedades gastrointestinales.

“

Vómito y diarrea no es igual a hepatitis, porque luego muchos papás se pueden asustar; cuando mi niño, mi niña, presente signos de dolor abdominal, de vómito, de diarrea, que los ojos se empiecen a ver amarillos, que las heces se empiecen a ver grises o blancas, literalmente de color blancas, y que la orina se vea de color oscuro, como refresco, esos son datos de hepatitis”, dijo el especialista.

El doctor que se volvió un referente en la atención de niños en terapia intensiva, debido a que atendió a la primera niña con Covid que tuvo que ser intubada, exhortó a que no se baje la guardia, pues si bien en Coahuila aún no hay casos y en Nuevo León solamente cuatro, es mejor cuidarse, pues el porcentaje de casos graves asciende a 10%, según lo visto en otros países.

“

Lo que han reportado en otros países es que 90% de los niños afectados por esta entidad cursan por un cuadro leve, con un cuadro de deshidratación, se ponen amarillos, se les inflama el hígado, pero pasan por una o dos semanas y todo vuelve a la normalidad, pero el 10% de los casos se agrava y tienen la posibilidad de requerir un trasplante hepático”.

La hepatitis aguda tiene un origen desconocido, sin embargo, hay varias hipótesis: una de las que tiene mayor fuerza entre la comunidad médica es que puede ser causada por el adenovirus, que es un padecimiento respiratorio, por lo tanto es contagioso, pues 80% de los casos de la nueva hepatitis en el mundo es de niños que dan positivo al adenovirus, lo extraño es que nunca se había asociado con la hepatitis.

“

Son niños que están presentando de forma súbita manifestaciones como vómito, diarrea, mucho malestar general, se sienten cansados, están muy apáticos, no quieren jugar”.