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Grandes Ligas, ahí te va’; Manny está a un paso de la Gran Carpa

Publicado el sábado, 14 de agosto del 2010 a las 14:06

Con 28 años de edad y seis de profesional, José Manuel Rodríguez espera una oportunidad más para incursionar

Saltillo, Coah.- Con 28 años de edad y seis de profesional, José Manuel Rodríguez espera una oportunidad más para incursionar en el beisbol de las Grandes Ligas y ya tuvo acercamiento con un enviado de los Mets de Nueva York para probar suerte en la Gran Carpa, pero aún debe probar su valía siendo pieza clave para conseguir el histórico Bicampeonato para nuestra capital.

Con una temporada de alto rendimiento, con .333 de porcentaje de bateo y 141 hits conectados con 12 jonrones, y unos playoffs sobresalientes a la ofensiva, registrando .423 de bateo, con 4 vuelacercas y 15 impulsadas, el “Manny” tiene la esperanza de un llamado definitivo en el mejor beisbol del mundo.

Pero no se obsesiona con esa posibilidad, de momento se concentra en cada juego, en cada turno al bat y en cada jugada a la defensiva.

UNA GLORIA DOBLETEADA

Rodríguez, como el resto de la plantilla, se siente orgulloso de formar parte del equipo que le dio el primer campeonato “con sabor” a la afición saltillense y en la Serie Final con Pericos confía en obtener el bicampeonato.

“Estamos bien preparados para esta serie y vamos a dar el mejor esfuerzo para salir adelante”, refiere, al indicar que los lanzadores contrarios son de calidad y son respaldados por bateadores consistentes que dominan “el juego pequeño”, ése donde la fórmula para desgastar a los pitchers consiste en poner la bola en juego.

No obstante, confía en que los pitchers Saraperos tendrán la capacidad de contener a los toletes de Pericos y en que la ofensiva será contundente para ganar el campeonato.

“Tenemos poder en todo el line-up, cualquiera de los jugadores te puede dar jonrón en un momento dado, tenemos buenos abridores y tenemos relevos que pueden hacer el trabajo a la hora que los llamen”. “El que pitchee mejor, el que haga menos errores y el que batee más, ésa va a ser la clave”, asegura, para ganar cada partido.

YA ESTÁN CURTIDOS

El “Manny” analiza la temporada del equipo, donde en la última semana se definió el pase a la postemporada y a punto estuvieron de quedar fuera, incluso, se llegó a pensar que sufrían el síndrome de la campeonitis.

“El beisbol nos estaba retando, probando, estábamos pelando, dando nuestro mejor esfuerzo pero las cosas no salen a veces, la suerte a veces no corre con uno y muchas cosas nos sucedieron, increíbles, pero a fin de cuentas aquí estamos otra vez peleando el campeonato”.

“Nosotros como jugadores sabíamos el equipo que teníamos, la calidad que teníamos. Las cosas no se estaban dando, en la primera vuelta batallamos y cerramos en segundo lugar y la segunda vuelta empezamos mal otra vez pero nunca dejamos de pelear, nunca bajamos el ánimo y en los últimos dos playoffs demostramos de qué estamos hechos. “La gente se encariña con la gente que tiene éxito.

Si me estuviera yendo mal, la gente muy respetuosa a lo mejor ni me tomara en cuenta”.

LA RUTA NO HA SIDO FÁCIL

“Manny” ha sido un pelotero que, como los buenos vinos, ha ido mejorando con el tiempo, a fuerza de pruebas duras que el beisbol le ha impuesto, pero gracias a su dificil trayectoria, ahorita se encuentra a un paso de llegar a Grandes Ligas.

En el 2004 y 2005 jugó para el Chillicothe Paints, de Ohio, en una Liga Independiente de Estados Unidos. En la primera temporada bateó para .280 de porcentaje y en la segunda registró .380 de promedio con ocho jonrones, para ser campeón bateador, pero eso no fue suficiente para un llamado a un equipo grande, por lo que regresó a México con Saraperos.

Ahora se siente más maduro para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Ha aprendido a dominar el ímpetu en la caja de bateo, sabe esperar buenos lanzamientos y a la defensiva mejoró la técnica como segunda base.

“Todavía estoy joven, todavía sueño con jugar en Grandes Ligas. Uno trata de hacer su mejor esfuerzo por su equipo, primero, y ojalá alguien vea el esfuerzo que está haciendo uno. Gracias a Dios he tenido unos ojos abiertos ahí, gente que ha hablado conmigo pero no es nada seguro. Aquí hay que terminar bien para que esas cosas pasen, ojalá termine fuerte aquí para ver si me dan ese chance.

“Habló un señor conmigo de los Mets, años atrás eran otros equipos, pero este año fue de los Mets”, confiesa, mientras sonríe y los ojos se le iluminan por la posibilidad de probar suerte con el equipo ligamayorista.

“Siento que sí puedo jugar en Estados Unidos, donde sea, estoy confiado de mí mismo, sé lo que puedo hacer, pero eso está fuera de mis manos. Ojalá Dios quiera y me toque la oportunidad, si no, aquí estamos por alguna razón y estoy agradecido por eso”.

Luego de analizar su primera experiencia “en el otro lado”, considera que sólo le faltó suerte para establecerse en un equipo de primera línea.

“Antes sí tenía algún rencor por eso, pero esas cosas están fuera de mis manos y ya no le presto mucha atención. He mejorado en varias cosas, he madurado bastante, he aprendido cómo se maneja el pitcheo, antes era demasiado agresivo al batear y no me resultaba; defensivamente también mejoré mucho estos años. Este año ha sido de maravilla para mí”.

Para explotar en su provecho la adrenalina de los partidos aprendió técnicas de respiración para controlar la emoción y no perder la cabeza en los turnos al bat.

Admite que años atrás practicaba un fildeo rústico y ahora los movimientos del cuerpo y de las manos son más suaves, más pausados y sabe cuándo sacar la bola rápido y en qué momento puede darse una pausa para no desarrollar jugadas apuradas.

De no encontrar otra oportunidad en Estados Unidos, Rodríguez desea continuar y finalizar su carrera con Saltillo, pero la decisión final corresponderá a la directiva.

“Es una tremenda organización y me gustaría estar toda mi carrera con Saltillo. El primer año que llegué, llegué con tantas ganas de jugar, la gente se dio cuenta de eso y la afición me ha apoyado mucho los últimos”.

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