Arranca marzo con buenas noticias. Durante febrero la pandemia le dio un respiro a Coahuila y pasamos a semáforo amarillo, lo que significa mayor actividad permitida en espacios públicos y con mayor aforo en los cerrados. Siempre será de aplaudir cualquier signo de que, si bien sigue en nuestras calles, el virus parece menguar en su poder de contagio y letalidad.
Bien, pero a la sombra de estas buenas noticias, nos enteramos de otras, francamente terribles: la pandemia provocó un verdadero disparo en la incidencia de agresiones, especialmente sexuales y en el seno del hogar.
Dicen que los momentos extraordinarios y hostiles suelen sacar lo mejor o lo peor de los ciudadanos, y por lo visto sacó más de esto último.
Durante 2020, la Dirección de Investigaciones Especializadas de la Fiscalía General del Estado, abrió 893 carpetas de investigación por delitos sexuales, 114 más que en 2019. En 98% de los casos las víctimas fueron mujeres.
Sí, aumentaron los casos de abuso, acoso y hostigamiento sexual. Y también los casos de violación simple y equiparada, y hasta un caso de incesto.
Y solo para terminar de esbozar un panorama francamente desolador, en lo que va de este 2021, el Poder Judicial ya recibió 100 casos que están en proceso de resolución, de violencia en el seno de los hogares.
Así que, con total independencia de que la pandemia del Covid se encuentre en un periodo en el que ya no resulta tan agresiva, hay otras pandemias que azotan a Coahuila, y entre estas, una de las más graves sin duda, es la de la violencia, especialmente contra mujeres y básicamente en los hogares.
Sí, las situaciones extraordinarias y hostiles nos ponen a prueba, y por lo visto, como sociedad, simplemente caímos en las expresiones más bajas y deleznables, y el encierro convirtió cientos y cientos de hogares en verdaderos infiernos.
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