Saltillo, Coah.- Con la pandemia el comercio electrónico no ha dejado de crecer desde marzo del año pasado.

Esto, unido al aumento del ahorro de los hogares españoles, que buscan cada vez productos a mejores precios, se presenta como el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de fraudes y estafas online.

Pese a que existen muchos tipos, los ganchos de productos a precios extremadamente bajos que desaparecen en poco tiempo -en ocasiones, tras haber pagado por ellos sin la posibilidad de que el usuario recupere el dinero-, o que tienen como objetivo hacerse con las credenciales bancarias del usuario, figuran entre los más habituales. Sin embargo, eso no implica que resulte imposible protegerse. Así lo recuerdan desde plataformas digitales como Chollometro, dedicada a la recopilación de ofertas en la red.

Comprueba precios y opiniones

Que todos los productos de una tienda digital tengan precios irrisorios es un indicador de que se trata de un gancho para que el usuario compre atraído por este factor. En ese sentido, las opiniones de otros compradores que hayan realizado algún pedido previamente allí también son fundamentales. Lo ideal, en caso de que quieras realizar una compra en un sitio desconocido, más allá de comparar precios, es buscar información sobre la página para comprobar que el servicio que ofrecen es auténtico.

Verifica el tráfico

Un tráfico bajo puede ser una señal de estafa ya que, normalmente, la mayoría de tiendas online manejan tráficos altos. Herramientas como Similar Web permiten conocer el número de visitas mensuales, el país de origen de la página web o el ranking de cada país para hacernos una idea de dónde estamos comprando.

Comprueba que tenga HTTPS

El uso del certificado https no es determinante, pero mejora que la privacidad de los usuarios al navegar y evita que la información pueda filtrarse: prácticamente todas las páginas web son ya HTTPS, por lo que acceder a un sitio que sea HTTP simplemente debe poner al consumidor en alerta. Este certificado, pese a ser importante porque fomenta las transacciones seguras en las que los datos están protegidos, no implica que esa página web vaya a ser segura puesto que puede ser utilizada por piratas para colar estafas. Sin embargo, es un requisito al que se debe prestar atención.

Fíjate en el diseño y en la fecha de creación

Aunque parezcan dos aspectos intrascendentes, el diseño de la web y la fecha de creación del dominio pueden ser determinantes a la hora de detectar un fraude. En muchas ocasiones los e-commerce fraudulentos son webs mal construidas y poco atractivas debido a que se han diseñado con rapidez y su dominio es de reciente creación, puesto que suelen cambiarlo habitualmente para engañar al usuario.

¿Cuáles son los métodos de pago?

Antes de efectuar el pago es importante informarse de cuáles son los métodos permitidos: hay muchas páginas de internet que solo permiten transferencias a depósitos o utilizan Western Union, dos formas de pago que indican que puede tratarse de un fraude debido a que no tienen retorno ni trazabilidad. En ese sentido, para tener un extra de seguridad siempre es recomendable utilizar métodos de pago como Paypal, que permite abrir disputas.

¿Quién está detrás?

Muchas veces el usuario ve las condiciones y políticas como algo molesto y no le presta atención, pero ser conscientes de las persona física o jurídica que está detrás de cada tienda, del servicio que nos ofrece y sus políticas de privacidad son aspectos que indican la fiabilidad de ese sitio web y que, en caso de no existir, indican que nos encontramos ante una estafa.