Ciudad de México.- Alguna vez te has preparado un emparedado y el pan de caja dice ser de trigo o linaza, pero te sabe a todo menos a esos productos, esto puede ser más común de lo que crees, pues aunque algunos de sus empaques dice que son su principal ingrediente, en su contenido no es ni su tercer producto más importante.

En la edición de abril de la Revista del Consumidor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) estudió los principales panes de caja del mercado, de los cuales en su mayoría encontró que cumplen con la normatividad.

Para este estudio la Profeco analizó a 46 productos, a los que les hizo pruebas para determinar la cantidad de azúcares totales, sodio, la calidad sanitaria, contenido energético, proteínas, grasas, cantidad de fibra y carbohidratos.

“ Hay unos que dicen que son ‘Pan de linaza’ como si la linaza fuera su principal ingrediente y no es así”, condenó David Aguilar, titular de la Profeco para MILENIO.

En este estudio, la procuraduría encontró al menos cuatro productos que tienen esta característica, tal es el caso de:

• El Molino Blanco de Mateo, que dice ser pan de linaza y es de 610 gramos, en realidad en su lista de ingredientes la linaza está en décimo lugar.
• Fiiller, de 250 gramos, en su presentación pan de centeno y cebolla, pero en su lista de ingredientes la harina de centeno está en tercer lugar.
• Así como el Fiiller, pan de centeno ligero con ajonjolí de 375 gramos, pero su principal ingrediente es la harina de trigo.
• Pan Europeo Artesanal, en su presentación de salvado integral de 750 gramos, pero en su lista de ingredientes el salvado está en tercer lugar.

“ Algo importante que encontramos es que tres presentaciones de la marca Fiiller y una de las panaderías de Lecaroz no traen el sello de exceso de sodio, el cual deben de traer”, señaló Aguilar.

Todos los detalles de estos productos y del estudio se podrán encontrar en la edición de abril de la Revista del Consumidor.

Información por Milenio