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Coahuila

Sustituye los pensamientos que te limitan por los pensamientos que te posibilitan

Por María José César

Hace 2 años

“Las creencias limitantes frenan e imposibilitan los quehaceres cotidianos de la persona. Pérdidas de sus capacidades, propósitos, y valores ante la vida, problemas con la pareja…” Diorium Aluer

Richard Blander, cofundador del PNL, dice que las propias creencias no están hechas de realidades, es la realidad la que está hecha de creencias. Vivimos tomando decisiones pensando que son las correctas, pero ¿correctas de acuerdo a qué? Te has puesto a pensar ¿cuántas cosas has dejado de vivir o experimentar por tus creencias? Nuestras acciones se rigen por un orden mental conectado a la conciencia y a las emociones, que generan un sentimiento y con esto una acción, ya sea positiva o negativa.

Las creencias son representaciones de percepciones sobre la realidad, que pueden potencializar tus acciones o limitarte. Muchas de ellas nos ayudan a crecer en nuestras capacidades, autoestima y avanzar en proyectos personales; otras nos infunden dudas, miedos, nos bloquean y nos impiden avanzar.

Pero… ¿Cómo surgen? Las creencias se originan y se guardan en nuestra mente. Tenemos una mente consciente y una mente subconsciente; la mente consciente controla el área racional, de razonamiento y lógica; ésta se encarga de juzgar, decidir y analizar. La mente subconsciente es la que guarda información de lo que se ha recopilado, las experiencias, lo que se ha visto, escuchado y experimentado. La mayoría de nuestras creencias se aprenden en la niñez de los 0-6 años. El estado de la infancia del ser del aprendizaje y creatividad, permite grabar automáticamente en el subconsciente la información. En esa edad se nos forma sobre lo que está bien, lo que hay que decir y lo que no hay que hacer; si somos buenos, malos o merecedores de amor. La sociedad, familia y amigos, lo hacen con la mejor intención, pero en esa etapa de nuestra vida en algunas circunstancias no teníamos la suficiente capacidad de razonar.

Adoptamos patrones al ir observando cómo se manejan nuestros padres y las relaciones, y realizamos interpretaciones de acuerdo a nuestro estado, y esa creencia se instala en nuestra memoria.

Las creencias limitantes controlan de una forma inconsciente nuestros pensamientos e impactan negativamente en nuestras relaciones y acciones. Usualmente estas creencias se relacionan con el dinero, la pareja, la felicidad o el éxito. Reflexiona si has pensado lo siguiente. “Si hago esto no me van a querer/aceptar”, “Gastar mucho dinero no está bien”, “Debes trabajar mucho para…”, etc.

En algunas situaciones podemos sentirnos rechazados, estereotipados, regañados por haber hecho algo diferente o como no se esperaba. Incluso podemos reconocer creencias falsas pero aun así creemos en ellas, por ejemplo: “No eres tan capaz”, aunque tengas evidencia de que sí lo eres, de que tienes experiencia y capacidad en muchos temas.

Henry Ford decía, tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto. Nuestra mente subconsciente responde a las reacciones de acuerdo a la información que tiene de esa experiencia, por hábitos y por repetición automática.

La clave es cambiar el significado que le damos a cada evento. Identifica en ti cuando te sientes incómodo, cuando tu interior te dice NO o te sientes cerrado en cierto tema. Cuestionarnos acerca de dónde provienen nuestras creencias puede bastar para reconocerlas; cuando veas ciertas creencias que tienes de muchos años y reconozcas que no son tuyas, te sentirás libre y cambiará tu forma de ver la vida.

¿Cuántas veces has escuchado decir: “Yo no como verduras, no me gustan”, pero no las has probado desde hace años? La clave es dejar de etiquetar las cosas; el bien y el mal son relativos e la escala de valores propios, las circunstancias cambian desde cómo las vemos y las vivimos, lo importante es detectar cuándo, cómo y por qué le damos ese significado a tal cosa.

Para reprogramar tu mente, primero debes decidir conscientemente si quieres seguir quedandote en esa creencia o quieres cambiarla… Te comparto algunas creencias potenciadoras que puedes decirte a ti mismo… dilas y repítetelas constantemente para que estas puedan volverse parte de tu dialogo interno…

“Puedo aprender muchas cosas”
“Puedo encontrar la manera”
“Puedo mejorar en lo que me proponga.”
“Los errores forman parte de mi proceso de aprendizaje.”
“Mi pasado no me condiciona”
“Soy una persona digna de ser amada”
“Aporto mucho en los demás”
“Hay gente estupenda a mi alrededor…”

Nosotros mismos creamos nuestras creencias de una forma consciente o inconsciente. Éstas determinan la vida que queremos tener; descubre qué paradigmas quisieras romper y a cuáles te abres para experimentar nuevas cosas. Hoy te deseo de corazón todo el coraje que necesitas, para romper con los patrones y creencias que ya no te sirven.

 

 

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