Saltillo, Coahuila.- Con una mezcla de arte clásico y temas contemporáneos, el pintor cubano Zenén Vizcaíno presentó su exposición Backstage la noche del miércoles en la galería de la Secretaría de Cultura (Sec), acompañado de amigos y amantes del arte.

La ceremonia inició con una danza inspirada en la misma obra de Vizcaíno, en donde el arte es una fusión de la tradición clásica y las ideas de nuestros tiempos. El número estuvo a cargo de la Escuela de Danza Profesional de Coahuila con una coreografía de Rodolfo Moreno y con la dirección del mismo Moreno y de Maribel Lugo.

Al terminar el número, Ana Sofía García Camil, secretaria de Cultura, dijo que la obra del cubano es “tan latinoamericana como europea, tan real como onírica, tan clásica como pop. Es un iconoclasta lúdico que juega con las figuras de la pintura universal”.

“Backstage es la manera en que pinto fuera de los focos, es mi arte hecho tranquilamente, en el cual hago una propuesta sintiéndome cómodo y maduro”, expresó por su parte el artista.

LA OBRA

Al abrirse las puertas de la galería, el arte de Vizcaíno recibe al visitante con un golpe de cromatismo fuerte y sobrecargado de símbolos. Titulada Lucy, la pintura muestra a una dama montada sobre un cerdo, mientras a su lado se encuentran un jockey y un fauno.

Estas referencias de obras clásicas y surrealistas se volverán la constante en todo el recorrido de la exposición, la cual consta de 26 piezas entre obras de gran formato e instalaciones.

La siguiente gran pintura que ofrece el cubano es Betsy, obra que muestra a dos mujeres semidesnudas rodeadas de flamencos y la cual, según el autor, es una referencia satírica del Lago de los Cisnes.

Otra de las pinturas es La Lección de Anatomía, en donde juega con la obra de Rembrandt y la vuelve un chiste publicitario del placer y de la modernidad.

Homenaje original

De acuerdo con Zenén Vizcaíno, sus piezas son una extraña mezcla de homenaje y rompimiento con la tradición, un robo y a la vez una muestra de originalidad.

“Yo me apropio de las obras que aparecen en mis pinturas: es un robo, una provocación, un divertimento, es desacralizar la pintura y un reto”, dijo.

En cuanto al uso que hace en sus pinturas de obras como El Grito de Edvard Munch o La Maja Desnuda de Goya, el pintor juega en distintos niveles, tanto artísticos como políticos, pero sobre todo con la idea de que el arte no es sagrado, lo sagrado es lo que hacemos con él.

“Lo que yo hago con esta exposición es bajarle los humos a la historia del arte, porque lo que hay aquí es un pedazo de trapo lleno de pintura. No somos tan importantes”, dijo Vizcaíno al finalizar su recorrido.

La muestra estará abierta al público durante un mes y medio.