El País | Ciudad de México.-Remonta hacia un Galaxy”, dice el eslogan. La idea es atractiva, especialmente para un espectador de países donde, como en España, este tipo de publicidad no es legal. Sí lo es la publicidad comparativa (donde, como un popular anuncio de zumos, se enumeran las ventajas de uno sobre otro). Pero no lo sería este caso, donde hay intención de desacreditar y menospreciar productos de la empresa de la competencia.

El tema del espacio publicitario conecta, además, con cierta imagen con la que Apple tiene que luchar: la de ser un club exclusivo al que millones de personas pertenecen con orgullo, pero que otras ven con recelo por los precios excesivos de sus periféricos o la inmovilidad en el diseño.

Samsung, en todo caso, acaba de probar de su propia medicina. Si en su anuncio parodiaba cierta actitud del cliente fiel al iPhone, Motorola acaba de llegar para parodiar su parodia.

En el último anuncio de la compañía estadounidense Motorola recuperamos al personaje que antes dejábamos observando con lástima a los clientes que hacían cola en Apple. Llega a su casa, se dispone a enseñarle a su esposa un vídeo en la enorme pantalla de su nuevo Samsung y en ese instante ella saca su nuevo Motorola y lo conecta a un pequeño aparato del mismo tamaño y forma que el teléfono. Apoya ambos aparatos sobre la mesa del centro y entonces (¡esto no te lo esperas¡) la luz de un proyector sale desde el teléfono, dispara a la pared y una pantalla que parece la de un cine empieza a reproducir el vídeo que él estaba viendo en su pantalla (esa que ya no se nos antoja tan grande de repente).

En ese momento aparece una frase que también hace referencia al eslogan del Galaxy de Samsung: “Re-remonta”. ¿Cuál será la siguiente marca en recoger el guante? ¿LG, Nokia, Huawei? Que se animen.

“Remonta hacia un Galaxy”, dice el eslogan. La idea es atractiva, especialmente para un espectador de países donde, como en España, este tipo de publicidad no es legal. Sí lo es la publicidad comparativa (donde, como un popular anuncio de zumos, se enumeran las ventajas de uno sobre otro). Pero no lo sería este caso, donde hay intención de desacreditar y menospreciar productos de la empresa de la competencia.

El tema del espacio publicitario conecta, además, con cierta imagen con la que Apple tiene que luchar: la de ser un club exclusivo al que millones de personas pertenecen con orgullo, pero que otras ven con recelo por los precios excesivos de sus periféricos o la inmovilidad en el diseño.

Samsung, en todo caso, acaba de probar de su propia medicina. Si en su anuncio parodiaba cierta actitud del cliente fiel al iPhone, Motorola acaba de llegar para parodiar su parodia.

En el último anuncio de la compañía estadounidense Motorola recuperamos al personaje que antes dejábamos observando con lástima a los clientes que hacían cola en Apple. Llega a su casa, se dispone a enseñarle a su esposa un vídeo en la enorme pantalla de su nuevo Samsung y en ese instante ella saca su nuevo Motorola y lo conecta a un pequeño aparato del mismo tamaño y forma que el teléfono. Apoya ambos aparatos sobre la mesa del centro y entonces (¡esto no te lo esperas¡) la luz de un proyector sale desde el teléfono, dispara a la pared y una pantalla que parece la de un cine empieza a reproducir el vídeo que él estaba viendo en su pantalla (esa que ya no se nos antoja tan grande de repente).

En ese momento aparece una frase que también hace referencia al eslogan del Galaxy de Samsung: “Re-remonta”. ¿Cuál será la siguiente marca en recoger el guante? ¿LG, Nokia, Huawei? Que se animen.