Ciudad de México.- A una semana de la Asamblea Nacional, la dirigencia nacional del PRI operó para tratar de sofocar una rebelión de militantes que exigen un debate abierto sobre el método de elección del candidato presidencial para 2018.

Tras meses de confrontación, la cúpula tricolor pasó de calificar a los disidentes como “políticos de café” a recibirlos en las instalaciones del CEN en una reunión conjunta para calmar los ánimos.

El sábado, el líder nacional tricolor Enrique Ochoa citó en sus oficinas a las cabezas visibles de los grupos que han pugnado por democratizar la selección de los aspirantes y garantizar “piso parejo” para quienes buscan candidaturas a cargos de dirigencia y de elección popular.

Los priistas relataron que el encuentro no estuvo exento de tensiones, sobre todo cuando el presidente de la Fundación Colosio, José Murat, cuestionó a la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, quien adelantó que pelearía en la mesa de estatutos por garantizar que el candidato presidencial salga de una consulta a militantes y simpatizantes priistas.

De acuerdo con el testimonio de algunos de los presentes, el exgobernador de Oaxaca advirtió a Ortega sobre el riesgo de que su propuesta sea rechazada de manera mayoritaria en las mesas de discusión.

El fraseo molestó a la exsecretaria general del PRI, quien sentenció que si las decisiones ya estaban tomadas de poco serviría asistir a las mesas y prestarse a un ejercicio de simulación.

El CEN cabildea entre los delegados que la 22 Asamblea Nacional, que se realizará el 12 de agosto, no es el espacio ni el momento para anticipar decisiones sobre el abanderado de 2018.

Delegados priistas adelantaron que el predictamen de reforma a los Estatutos sólo contiene actualizaciones legales, garantías de equidad de género, medidas descafeinadas contra políticos corruptos y ajustes a las facultades de los órganos internos.