Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Todos ganaron ¿Ganaron? Da Luis David Adame cerrojazo triunfal; cortas tres orejas en el Serial Taurino 2024 Tecolotes aprovecha wild pitch para llevarse el juego y la serie ante Toros FGE tiene videos del secuestro de Salvador Rangel.- Obispo

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

Entrena con intensidad todo el tiempo; no sólo cuando tienes competencias

Por Ramón Rocamontes

Hace 1 año

En el incipiente año que arranca, deseo que tengas un extraordinario presente, y que sea de mucho éxito y bendiciones para ti y los tuyos, además que logres las metas y objetivos que te plantees.

Con la llegada de éste 2023, me llamo la atención, un tema para abordar, en el regreso a todas las actividades en nuestra sociedad; y bien ya sean clases, labores cotidianas, deporte, trabajo, pero sobre todo con la vuelta a las temáticas que nos atañen y apasionan.

Si bien es cierto, que siempre que tenemos en puerta una competencia, un examen, un trabajo, labor o bien una prueba o juegos, en los que tendremos participación; “Metemos el acelerador”, pero al inicio, muchas de esas personas, y aunque no tengo un dato preciso o exacto de cantidades.

En mi experiencia como entrenador, docente, incluso como colaborador en una oficina administrativa, muchas de las involucradas, en las mismas, “No le pone mucha galleta”, cuando las aguas están tranquilas. Y más bien, cuando no hay un evento, compromiso, juego o examen en puerta, que te exija de un esfuerzo extraordinario, se relajan.

Más bien, como dicen cuando se acerca el compromiso o una competencia, o examen, “Le meten el acelerador”, incluso a instantes antes de iniciar, para ver si les alcanza para lograr la meta u objetivo planteado.

Hay un fenómeno extraño en gran porcentaje de la sociedad, de “Procrastinar”, de manera natural, cuando no hay algo en puerta, que te pueda pedir más de ti, en un momento determinado, hablando en el deporte, en la preparación, y en diversos temas.

Pero primero, preguntémonos, ¿Qué nos motiva a hacer ejercicio?, ¿Por qué jugamos?, ¿Por qué no nos preparamos como debiéramos, en su momento? O ¿Por qué no hacemos lo que deberíamos o como parte de una responsabilidad?.

Algo que aprendí, hace mucho, pero mucho tiempo, fue que como seres humanos, deberíamos estar preparados en todo momento, porque no sabemos cuándo llega una oportunidad; así de simple.

Y estas preguntas, no son sólo mías, son de investigadores, psicólogos, pedagogos, entrenadores, líderes y diversas personas, que intervienen, primero en entender ¿Porque se juega o hace determinada actividad?, pero también ¿Porque se compite?.

Resulta una figura peyorativa, cuando se ésta en una competencia, un examen o una exposición, para la cual, sabemos a ciencia cierta, que no te preparaste, como debieras. Te haces o te has hecho preguntas, como éstas: ¿Si hubiera entrenado mejor, ¿Si me hubiera preparado mejor?; ¿Si hubiera hecho esto o lo otro; es una lista interminable de culpas internas, o “Madres de todas juntas”, con las que no puedes regresar el tiempo, para hacer lo que debiste haber hecho en su momento.

Es importante entender, que por eso existe la “Pre-paración”, “La planeación”, o temas diversos, por mencionar, pero ya que te da, por supuesto, los pormenores y adecua las diferentes capacidades, para llegar a una competencia, justa o compromiso. Es decir hacer lo que deberías previamente para llegar en las mejores condiciones.

Pregunte, amigo lector; a un corredor, que entrena de manera exigente, cuando le faltaron decimas de segundos, en unos 100 metros, para obtener la medalla de oro, que le pasó por la cabeza, o bien un equipo que se quedó en la yarda 1 previo a ganar el juego, en el football, y con un antecedente de prácticas, “Con Pre-arranques Psicológicos”, previos a la situación real de juego, pero que se le acabó el tiempo y ellos entrenaron siempre bien y con intensidad. Y aun así, usted dirá, pues entrenan y se preparan.

En los años de experiencia, como entrenador, con los chicos, o chicas que hemos trabajado, es muy alto el índice o número de ellos, que confirman que no han entrenado o más bien, han dejado el máximo esfuerzo, para cuando se acercan determinadas competencias, ¿Por qué?, es algo en el cual deberíamos profundizar más, ya que no tengo una respuesta que confirme alguna u otra razón, pero desmenuzaremos algunos puntos relevantes, más adelante.

Y esto lo comento en el sentido, de una parte, porque, usted podrá preguntarse, pues siempre deben de entrenar bien o con intensidad, ya que hay períodos, como el de transición, regenerativa o de recuperación, y desde luego competitiva, pues el aspecto técnico y de esfuerzo, se minimizan, sin embargo hay maneras de darnos cuenta u observar el comportamiento del deportista o atleta, pero desde luego los test, nos arrojan el indicador para ver el parámetro, donde se encuentra.

Lo que sí es una realidad, es que siempre se debería entrenar bien y desde luego como para competir, sin embargo la misma naturaleza de muchos jóvenes; unos con más, otros con menos experiencia, pudieran pensar, “No pasa nada si no entreno al 100 hoy”, “No creo que baje mi rendimiento si hoy no le doy al 100”. Sin embargo cuando eso sucede, hay otros muchos que lo hacen mejor que tú, y cuando los encuentres, “Te ganarán”.

Hay que concientizar a nuestros deportistas, (Sobre todo a los más jóvenes), a que se comprometan, pero sobre todo a que entiendan y conozcan los procesos, que en ocasiones tardan y que por algo se celebra un tipo de entrenamiento, (resistencia, fuerza, técnica, táctica o psicológica, entre otros), y sobretodo el porqué de ese entrenamiento.

Por otro lado, para los entrenadores, docentes, jefes, lideres, es fundamental, inculcar el espíritu competitivo a nuestros colaboradores, deportistas o atletas, estudiantes e hijos, pero sobre todo aprender a competir y que encuentren cuáles son sus motivaciones, pero sobre todo hacia donde quieren llegar.

En una competencia, se involucra, el ganar, perder, obtener la victoria, sobre otras personas, además de un reconocimiento de cualquier modo.

También una competencia puede tener varias connotaciones, como cuestionar el de ser mal visto por muchos, en determinados niveles, porque existen los niveles, donde se juega de manera lúdica y el esfuerzo es lo más importante. Y aunque ese esfuerzo del que hablo, no es bien visto por muchos, se asocia a mediocridad, porque todos o muchos, prefieren de inmediato, los procesos fáciles y sin esfuerzo.

En éste sentido, cuesta mucho el trabajar con objetivos que se van alargando, también la intolerancia para poder gestionar una frustración, por el no lograr lo que se plantea; hace que se abandone dicha actividad.

Lamentablemente, la idea equivocada por competir, sólo busca el enfoque del triunfo a como de lugar, resaltando, “El Ego”, como principal satisfacción y por ende buscando el camino más rápido y fácil. Eso te puede sacar de la jugada.
Algo que debemos enseñar o predicar con un excelente ejemplo, sería orientar a nuestros entrenados o dirigidos, es que primero, se debería ser mejor uno como persona, antes de deportista, atleta, estudiante, y no a buscar antes las “Grandes metas”, ya que antes de esto, buscar evolucionar, y avanzar hacia la excelencia, pero principalmente por una satisfacción intrínseca de competir, y de elevar el nivel propio, para superar mis límites y progresar.

Lo que sí es una realidad, es que competir en la actualidad; es desde el punto de vista, que en lo personal, deberíamos inculcar, yéndonos directo a la tarea y al aprendizaje, quizá esto nos ayudaría a obtener mejores resultados o bien nos llevaría a mejorar, pero sobre todo entender que el principal objetivo es buscar el triunfo, pero sobre nosotros mismos.

Y es que, el superarnos de manera personal, es el más grande logro, y que podríamos tener como un desarrollo evolutivo y de crecimiento.

El querer ser mejor, que el de ayer, en todos los ámbitos, personal, deportivo, académico y laboral, como consecuencia, nos lleva a ser una mejor persona, pero sobre todo honesta, en otros aspectos, como sociales e interpersonales, lo que nos lleva a ser más competitivo.

El competir, siempre redundará, en “Ganar a uno mismo”. Hay que recordar que nuestros rivales, no son enemigos, de hecho nos dignifican y nos hacen ser mejores.

La competencia, te lleva a obtener una satisfacción personal, que se asocia a un esfuerzo y desde luego al trabajo bien realizado, lo que te lleva a una autorrealización, que involucra o debería hacerlo, con ética en todos los aspectos.

El competir, no sólo es el enfoque del resultado, debería ser el proceso de ese resultado, para buscar ganar. Y todo ello, en suma es la meta establecida al inicio del camino.

Hay una serie de competencias y aprendizajes que se involucran, en el camino para competir, como son la resiliencia, la Inteligencia Emocional, desde luego el trabajo en equipo, liderazgo, la comunicación, la actividad física, como salud y la psicología del deporte, entre otras.

Es importante enseñar a nuestros personajes involucrados, el querer ser mejores cada día, aprender y sobre todo a largo plazo, para la vida, no sólo para el momento, en el que se requiera.

No dejamos de aprender, y evolucionar en el plano personal, así debería ser, enfocarnos en nosotros, y en lo que dependa de nosotros mismos, para tener un extraordinario desarrollo personal y desde luego el competir no es un rasgo de la personalidad o el carácter.

Nadie nos enseña cómo gestionar nuestras emociones y eso tiene mucho que ver, en muchas ocasiones, del por qué no entrenamos siempre bien o con intensidad, porque dejamos, que las emociones nos afecten en el entorno.

Principalmente el entrenador, el líder, el maestro o incluso como padres de familia, deberíamos ser los educadores principales, para vivir, no sólo en la actividad en turno, para entrenar, competir, trabajar o incluso estudiar, todo lo anterior para saber cómo gestionar sus emociones.

Lo anterior, se debe hacer desde la preparación, del día a día, y que puede ser complementado, por el psicólogo del deporte, con acciones de manera cruzada con las personas involucradas o bien alguien que aplica la psicología del deporte.

En el deporte y la vida, deberíamos tener un aprendizaje emocional, desde pequeños, pero no nos enseñan y a través, del deporte, puede ser una buena opción para aplicarlo, pero en el día a día, eso se logra, con los triunfos y tropiezos.

Lo anterior, puede replicar con un efecto en el rendimiento, no sólo del deporte, si no en cualquier ambiente del desarrollo de las personas.

Cualquier situación de la vida, es una extraordinaria oportunidad de aprendizaje. Y aunque los tropiezos, forman parte del aprendizaje, no se debe “Estigmatizar”, un momento de éstos y es que, “El que no hace nada, no se equivoca”.

Más bien, esto coadyuva a mejorar, a aprender y desde luego rectificar en el camino. No se debe tener temor al error.

Aprovecha el tiempo en que te preparas, porque cuando inicias con algo por gusto, terminas compitiendo, y eso se hace un hábito y un hábito, se hace una forma de vida.

Hasta la próxima!.

Para tomar en cuenta y anotarlo ¿Porque competir?

El competir, siempre te lleva a buscar superar a tus rivales, a como dé lugar, pero es fundamental buscar hacerlo con nosotros mismos, ya que esto te orienta a mejorar de manera continua, siempre en aprendizajes.
Con lo anterior, uno mejora y avanza hacia la excelencia, y pasas de rival, a ser un observador de tus propias competencias y eres cómplice de tu propio proceso de aprendizaje y desarrollo.

Además el rival o contrario, es sólo un adversario más, que vigila o revisa las propias competencias, de la justa y pasa a convertirse en cómplice del propio proceso de aprendizaje de uno, viéndolo literalmente.

Nuestros compañeros, en el deporte, de conjunto o equipo, también dejan de ser un posible rival interno y es otro cómplice en éste aprendizaje constante, pero no, lo enseñan en cualquier parte, porque en la mayoría de las ocasiones, el ego está presente y desde luego al hacer dicha práctica, se convierte en un aliciente para trabajar más y mejor cada día.

 

 

Notas Relacionadas

Un éxito recorrido histórico de Jaime Bueno por Distrito 7

Hace 9 horas

“Mamá… hoy te tomo con amor”

Hace 22 horas

SANANDO AL NIÑO Y NIÑA INTERIOR

Hace 22 horas

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 22 horas

“Mamá… hoy te tomo con amor”

Hace 22 horas

SANANDO AL NIÑO Y NIÑA INTERIOR

Hace 22 horas

Fuerza y unidad en megacrucero