México, DF.- La diputada del PVEM Rosa Elba Pérez tuvo que vestirse de policía para burlar el cerco de manifestantes e ingresar a la Cámara de Diputados.

A las 9:30 horas, la legisladora llegó a la inmediaciones de San Lázaro procedente de Guanajuato, entidad donde reside, pero encontró que todos los accesos a la Cámara estaban bloqueados por inconformes con la reforma laboral, por lo que después de una hora y media, personal de Seguridad Pública capitalina la auxilió.

“Llegué a las 9:30 de la mañana, vengo en mi automóvil y cuando me identifiqué en una de las entradas, los inconformes del #YoSoy132 me dijeron ‘Váyase, hoy les vamos a dar el día libre’”, relató.

“ ‘Mi trabajo es estar en el Pleno’, contesté a los manifestantes, pero en todas las entradas fue lo mismo, incluso intenté hacerlos reflexionar y les decía ‘a los 20 todos somos comunistas, pero a los 30 tenemos que ser capitalistas, porque si no, quiere decir que no entendiste algo en la vida’”.

Inicialmente, la Policía le ofreció llevarla en una cuatrimoto para intentar acceder por alguna puerta, sin embargo, al no conseguirlo, le propusieron que se pusiera una chamarra de policía y un casco.

“Me subí en una moto primero, pero nada, y luego los granaderos me dijeron que me vistiera de granadera y acepté, y así se logró, pero es lamentable que haya entrado así ante la falta de entendimiento de estas personas”, comentó.

Entre los argumentos que dio la diputada a los inconformes es que presentaría una reserva en la Comisión del Trabajo en la que pedía no discriminar a las personas mayores de 45 años en la solicitud de un empleo.

No obstante, pese a todos los contratiempos finalmente, logró hacerlo.

Otra de las legisladoras que tardó casi tres horas para ingresar a San Lázaro fue la diputada de Movimiento Ciudadano Nelly Vargas, quien informó que discutió con el ex diputado Gerardo Fernández Noroña para que le permitieran el acceso, sin lograrlo, hasta que en una de las entradas se relajó la vigilancia de los inconformes y se coló.

Desde ayer, los grupos parlamentarios recomendaron a los legisladores llegar antes de las 8:00 horas, mientras que a los empleados se les citó, en algunos casos, a las 6.