Ciudad de México.- Francisco Labastida, excandidato presidencial del PRI en 2000, aseguró que la imposición de un candidato externo puede fracturar a su partido, ya que perdería el respaldo de la militancia en la contienda por la Presidencia de la República del próximo año.

El exsenador elogió el perfil y trayectoria del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, pero advirtió sobre la complejidad que implicaría su postulación, ya que no cumple con los requisitos estatutarios.

En contraste, para el también exgobernador de Sinaloa existen cuadros como los titulares de Salud, José Narro, de Agricultura, José Calzada, y de Turismo, Enrique de la Madrid que, además de tener cualidades, no están impedidos por los candados para buscar la candidatura.

Sobre la propuesta de la disidencia priista para que el abanderado sea producto de una consulta a la base, el exsecretario de Gobernación recordó que, en 2000, ese método ya les costó la Presidencia.

MILITANCIA Y PROPUESTAS

¿Qué espera de la Asamblea y qué importancia tiene?

Creo que es importante por dos cosas: primero, el partido tiene que salir razonablemente unido.

En una entrevista, César Camacho dijo: si no logramos captar la simpatía de la ciudadanía, no ganamos.

Y tiene razón, pero agrego que si no tenemos al partido mayoritariamente apoyando, tampoco ganamos. Necesitamos al partido y necesitamos a parte de la ciudadanía.

¿Por qué dice que hay que cuidar la cercanía con la ciudadanía y al propio partido como instrumento político?

Porque si la militancia del partido no respalda el candidato, le va costar mucho trabajo ganar, y sólo con la militancia no gana el partido las elecciones. Para mí lo importante es primero el país y luego los partidos. Entonces, concentrarnos en discutir qué le proponemos a la ciudadanía y cómo lo queremos hacer es lo vital. Tenemos problemas derivados de nuestras propias acciones y problemas derivados de choques externos.

LA SELECCIÓN

¿Y cómo deben seleccionar al candidato o al abanderado?

Tiene que ser una gente que tenga la dualidad de poder convencer a la propia militancia y de jalar gente de la sociedad civil, si no, no vamos a ganar.

¿Hay de esos?

Creo que sí. Por ejemplo, un requisito para mí es que sea absolutamente honesto, honesto a prueba de bombas, de cualquier cuestionamiento.

“Hay una gran cantidad de personas que cumplen con los requisitos, diría que además son priistas de probada capacidad, experiencia, y hay quizá uno que hace por cierto un muy buen trabajo como secretario, pero que no cumple con los requisitos”, aseguró el exsenador.

¿Ese secretario de Estado es el de Hacienda?

De José Antonio Meade tengo muy buena opinión en honestidad, en experiencia, en resultados, en muchas cosas.

¿Si la imposición de Meade supone una fractura en el partido, es preferible prescindir de Meade?

No le pongamos nombre, pero diría que yo no arriesgaría a una fractura en el partido.